Probablemente habría que estar parado frente a una consola de sonido repleta de todo tipo de botones, clavijas y controles para entender lo sofisticado y complicado de esta tarea de mezclar música electrónica.

     Aunque fascinante también tiene sus desventajas, para ser un buen DJ hay que tener un buen oido y eso es precisamente lo primero que un DJ pierde con el tiempo: un poco de buena audición. Lamentablemente  los audífonos muchas veces hay que escucharlos a  un alto volumen y esto hace estragos en nuestro sistema auditivo.

     Son muchos los riesgos y muchos los sacrificios de ésta tarea, pero cuando sientes pasión por lo que haces, nada de eso es importante, solo crear un buen bloque de música bien mezclada, nada más placentero, pero hay mucho más detrás de la labor de mezclar ritmos y crear arreglos, el porqué ganan tanto dinero es una pregunta relativamente fácil de responder; porque es un negocio y como todo negocio el fin es ganar dinero y éste es uno muy lucrativo.      

Por eso cuando vemos  que Tiesto o David Guetta ganan cifras millonarias como DJs es porque detrás de ellos hay una maquinaria compleja de producción que ha ganado mucho más y  que igual que un club de beisbol o baloncesto le paga a sus jugadores millones de dolares para mantenerles en sus equipos asi mismo ocurre en el negocio de la música.

     Hay que mantener la competencia al más alto nivel y mientras vendan grabaciones y reciban contratos multimillonarios para presentaciones en vivo, seguirán cobrando y exigiendo sus millones y continuarán siendo parte de una privilegiada comunidad que permanece   inmune a la recesión mundial.